El niño desde los 45 días necesita de una figura que lo acompañe y haga de puente entre el entorno familiar y el nuevo espacio al cual tiene que integrarse. Cuando la separación del núcleo familiar, se produce en este momento, la maestra deberá ser consciente de que el niño aun no puede reaccionar frente a la separación porque no posee la madurez para hacerlo. Es muy importante que en esta etapa tan temprana se le provea al niño de un adulto estable que se muestre dispuesto a interactuar con él, sostenerlo en brazos, alimentarlo, acariciarlo, hablarle y atender a todas sus necesidades, ofreciéndole seguridad y confianza.
En el jardín maternal, uno de los principios básicos prioritarios es el respeto por los tiempos individuales, esto significa que la permanencia del padre o acompañante se decide teniendo en cuenta las necesidades de cada niño y especialmente su momento evolutivo.
Los tiempos, son tiempos del niño, de su figura acompañante, y también los tiempos de la maestra y el grupo. Así, tendrán que ponerse de acuerdo los adultos, tomando en cuenta las reacciones del niño para evaluar y decidir cómo y cuándo se retirará el acompañante. En este momento, la maestra juega un rol prioritario, porque es la que tiene que ofrecer los criterios para interpretar la conducta del niño y evaluar sus condiciones para separarse. Esto requiere conocer el desarrollo emocional de los niños desde su nacimiento para otorgar significados adecuados a sus conductas.
Muchas veces, los padres se defienden ante las ansiedades que les produce la separación de un hijo adoptando dos posiciones. Una consiste en la idealización de la experiencia de ingreso. En estos casos, los padres establecen con la institución un vínculo idealizado, piensan que si bien se separan del niño y delegan su cuidado de otros, han elegido el mejor lugar y las mejores maestras. Esto calma la ansiedad y tranquiliza los sentimientos de culpa que se pueden desencadenar. De esta forma, se percibe a la institución como un lugar perfecto, sin fallas, y se hace difícil que los padres puedan admitir falencias o inconvenientes, prefieren creer que el jardín podrá atender a todas las necesidades sin dificultad.
Por otro lado, encontramos a los padres que demandan un control excesivo sobre la institución, dejando a sus niños en la institución, pero asumiendo una actitud controladora, casi persecutoria, examinando cada detalle. Quejándose ante la más mínima inconveniencia y exigiendo en forma permanente.
Es importante en este periodo, la implementación de estrategias, poder sostener discursos que permitan a los padres ajustar sus expectativas y vincularse con el jardín real, el cual se propone brindarle al niño la mejor educación, y contención, pero a su vez, es consciente de las dificultades y está dispuesto a compartir con los familiares la reflexión sobre lo que es mejor para los niños.
Bibliografía consultada
- “Notas para un debate acerca del ingreso al Jardín Maternal”. Claudia Gerstenhaber.
Recomendaciones que el docente debe compartir con las familias para generar buenas condiciones en este período de inicio:
- Informar a los padres sobre el sentido, objetivos y modalidades de trabajo durante el periodo de iniciación.
- Planificar algunas actividades junto a ellos.
- Realizar reuniones o pequeños encuentros cotidianos donde se explique a los familiares que acompañarán a los niños, la importancia que reviste el modo en que se resuelve esta primera experiencia de separación- encuentro, señalando criterios a tener en cuenta para mantener una actitud comprometida y respetuosa de los niños.
- Acordar con cada madre o acompañante las estrategias que seguirán semanalmente. Un plan que respete los tiempos individuales es un plan abierto que puede ajustarse día a día.
- Trazar un plan para cada niño que comience con una visita exclusiva a su maestra “a solas”.
- Compartir criterios y fundamentos de las acciones que se han programado para acompañar este proceso.
- Hablar de las dificultades, nombrar los conflictos.
- Acordar previamente los tiempos.
- Anticipar cómo se tomarán las decisiones, cuáles son los riesgos y cómo se abordarán.
- Diseñar encuentros, reuniones y entrevistas, que permitan a los padres preparase para este periodo.
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