lunes, 7 de marzo de 2016

Todos tenemos días grises...

Todos tenemos días grises, días tristes, días vacíos, días de no entender qué es lo que nos sucede. Días de soledad...
Entre tanto barullo, necesitamos algo de paz, algo de silencio... un tiempo para nosotros, un tiempo para reflexionar, sobre nuestros proyectos, nuestras metas.... sobre la vida que estamos llevando.
Días en los que solemos vernos atrofiados por la rutina, el cansancio, y todas las emociones que ella conlleva...
Pensamos (mucho), y hasta llegamos a ahogarnos en nuestros propios pensamientos, y en esas conclusiones erróneas que solemos sacar sólo para convencernos de algo que puede o no ser cierto.
Nos ahogamos con situaciones, con personas, con responsabilidades, nos ahogamos con suspiros que no se detienen, y deciden huir de nosotros, escapar, liberarse.
No siempre se triunfa, no siempre se gana, no siempre se obtiene lo que uno quiere. Desesperamos esperando... Somos locos, impacientes, inseguros.
Se nos calienta el bocho y nuestro estado de animo comienza a alterarse continuamente.  Y llega el gran cuestionamiento: ¿qué hago? ¿qué quiero hacer? ¿qué estoy haciendo?.
No desesperes, respirá, llorá si hace falta. Desahogá tu silencio, tus pensamientos, desahogá eso que tanto te está presionando, eso que tanto te está doliendo y no te animas a decirlo. Enfrentá tus miedos. Animate conversar con ellos. Demostrale lo valiente que sos.
Desenpolvá la balanza y comenzá a pesar todo lo bueno que te viene sucediendo, todos los logros que sumaste y todos los que esperan por vos, por tus ganas y por tu entusiasmo.
Del otro lado, vas a encontrar tus temores, decepciones, frustraciones, tus penas...lo que aún no alcanzaste pero estás a un paso de alcanzarlo...
Observá esa balanza, y concentrate en ella. ¿Modificarías algo? ¿Qué te gustaría sumar? ¿y qué restar?. Más que restar, yo me preguntaría ¿qué aprendí de ellas?.
¿Vida? tenemos una sola. ¿Eternos? ¿Infinitos? No lo somos, ni lo vamos a ser, pero podemos llegar a tener la suerte de sentirnos como tal. ¿Cómo? Averigualo, experimentá, probá, emprendé ese viaje hacia el cambio, hacia lo distinto.
No desesperes si no llega lo que tanto estas deseando. Ya va a llegar. Mientras tanto, ocupá tu tiempo en otra cosa.  Buscá eso que tanto te hace bien. Respirá nuevos aires. Comenzá a mirar la vida con otros ojos. Renová tus energías.
Cuesta, mucho. Pero se puede. . Ya vas a progresar, ya vas a lograr tus objetivos, ya vas a llegar a ser eso que tanto anhelás. Proponételo. Vos podés.


Reflexión personal

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